Judíos y Germanos envanecidos con su raza

Con el debido respeto que merece el pueblo Judío, no es una hazaña envanecerse de su raza o de su estirpe o de su historia ó de su religión que en términos prácticos actuales, son en esencia excluyentes.

Algo que hace semejantes a los Nazis y a los Judíos es la apología que ambas culturas profesan a sus “razas”, la pureza de sus estirpes, sus historias de ser “los elegidos” y el resto de la humanidad, al parecer prescindibles.

Una peligrosa forma de manifestarse esta característica tanto de Judíos como de sus verdugos Nazis, es la poca tolerancia de sus sociedades con los “matrimonios multi-culturales”. Prefieren las uniones de la misma raza y cultura.

Es conocido que la Alemania Nazi, hizo cuestión de estado las relaciones maritales del pueblo Alemán, en especial de los “elegidos de la SS.”, alentaban la unión matrimonial con fines reproductivos bajo estrictas normas raciales y culturales excluyentes, bajo control directo de la GESTAPO (Geheime Staatspolizei) o Policía Secreta.

Es poco difundido el hecho que el pueblo judío con tradiciones Hebraicas (sobre todo las familias que residen en Israel), condenan y destierran severamente a sus miembros si materializan matrimonios multi-raciales, alegando razones religiosas y culturales mucho más exigentes que los alemanes de la SS de Adolf Hitler, con el cual comparten el afán de erigirse como la “Raza Superior” en el verbo alemán, y “El Pueblo Elegido” en la lengua hebrea respectivamente.

Esta es la verdadera esencia de la alegórica indestructibilidad histórica del “Pueblo Judío Milenario”, porque en síntesis, es una cultura excluyente por principio, gracias a lo cual se mantiene unida hasta hoy cuando otras culturas hace siglos desaparecieron (Griegos, Romanos, Egipcios, Turcos, Persas, Germanos...)

Las causas de los Genocidios en torno al pueblo judío y a su terrible historia, radican en el Antisemitismo por un lado y el Sionismo por otro lado.

Mientras no tengan fin las intolerancias a las diferencias raciales y culturales creadas por la naturaleza para la adaptación al medio ambiente, pero utilizadas por los “patriarcas” para distinguirse y discriminar al resto de la humanidad, no existirá paz sobre la tierra, y menos sobre el pueblo judío.

Lamentablemente para los Nazis y los Judíos solo existe una raza, la Raza Humana, y una sola cultura “La Humanidad”. Pretender excluirse de ella para cualquier fin, siembra las semillas de la guerra y el genocidio.